Taxonomía y nomenclatura
Capra aegagrus hircus (Linnaeus, 1758)
La cabra doméstica en general ha sido tratada como Capra hircus (Weinberg et al. 2008), mientras que la cabra silvestre se trataba como Capra aegagrus, aunque algunos autores nombraban a ambas como Capra hircus. Actualmente se acepta la prioridad del nombre de la especie silvestre (C. aegagrus), nombrándose a las domésticas como subespecie de la misma, Capra aegagrus hircus.
Sinónimos: Capra hircus, Capra hircus ibex.
Información general
La especie originaria de la cabra doméstica es Capra aegagrus, la cual tiene una situación de conservación vulnerable (Weinberg et al. 2008) y una distribución discontinua en Asia Central, la región del Cáucaso y el sudoeste de Turquía (Ballari et al. 2016; Amills et al. 2017).
La especie en su ambiente nativo habita áreas montañosas o escarpadas, con abundantes afloramientos rocosos y pedregales, dominados por arbustales o bosques de coníferas. Habita principalmente hábitats áridos, aunque en el Cáucaso vive dentro del bosque.
Las cabras tienen cuerpo y patas relativamente robustas, y cola corta con un mechón de pelos más largo. Poseen cuernos arqueados en forma de cimitarra o espiralada dirigidos hacia arriba y atrás, presentes en ambos sexos, siendo más grandes en los machos, aunque a veces pueden estar ausentes. Sus orejas son largas y caídas. El pelaje es abundante, presentando un mechón largo sobre la barba o mentón y en la mayoría dos glándulas en el cuello llamadas mamellas. El pelo es de distintos largos y variable en espesor. En su coloración predominan la gama del marrón, aunque hay también de color negro y blanco, al igual que individuos manchados. Las hembras presentan una prominente ubre. Son muy ágiles y están adaptadas a saltar y escalar.
Las cabras son poliéstricas estacionales, por lo que alternan períodos de actividad con los de reposo. La pubertad de las hembras es entre los 4 a 5 meses, pero en las domésticas se prefiere que queden preñadas entre los 9 y 10 meses, que es el momento de un mayor desarrollo corporal. Presentan un ciclo estral entre 17 a 23 días y el celo dura unos dos días. La gestación dura entre 148 a 156 días, dando a luz a una o dos crías (ocasionalmente tres). Los machos alcanzan la pubertad entre los 5 a 7 meses de edad.
En Argentina no hay datos de áreas de acción de esta especie, pero el tamaño de las mismas depende de variables ambientales y sociales. En el caso de áreas de acción estudiadas en Australia, en ambientes de gran pluviosidad (alrededor de 1.500 mm anuales), las áreas promedio estimadas de hembras adultas fueron de 21 ha, y las de machos de 35 ha (O'Brien 1984). Por otro lado, en áreas más áridas (alrededor de 239 mm anuales de precipitación), las áreas de acción de machos adultos alcanzaron las 24.600 ha, y las de hembras las 6.800 ha (King 1992).
Por su capacidad de sobrevivir en hábitats de sierra y montañosos, climas rigurosos y habilidad para escalar y alimentarse de plantas poco palatables, estos animales han sido particularmente criados en sitios donde la ganadería de otras especies es muy difícil.
Información sobre invasión
En la Argentina continental la especie doméstica fue introducida alrededor de 1550 desde Perú, pero la población feral de Isla de los Estados tiene su origen en una introducción realizada en el año 1868 (SADSyCC 2017).
En la segunda mitad del siglo XVI ingresa ganado caprino desde Perú, junto a los conquistadores españoles que fundan Tucumán. Posteriormente, Cabrera y Núñez de Prada introdujeron cabras en Córdoba y Tucumán también desde el Perú y en 1587, Juan Torres de Vera y Aragón introdujeron cabras a las provincias del Río de La Plata procedentes de Charcas y Tarija (Chebez & Rodriguez 2013). Por otro lado, la población feral de Isla de los Estados fue introducida en Bahía Crossley por Don Luis Piedra Buena en 1868 (Massoia & Chebez 1993; SADSyCC 2017).
MASSOIA, E., & J. C. CHEBEZ. 1993. Mamíferos silvestres del Archipiélago Fueguino. Editorial LOLA (Literature of Latin America), Buenos Aires.
CHEBEZ, J. C., & G. O. RODRIGUEZ. 2013. La fauna gringa; especies introducidas en la Argentina. 1a ed. Buenos Aires: Fundación de Historia Natural Félix de Azara.
SADSyCC. 2017. Plan de manejo de la Reserva Provincial Isla de los Estados, islas de Año Nuevo e islotes adyacentes. https://desarrollosustentable.tierradelfuego.gob.ar/
Las distintas especies de ganado fueron introducidas en la región por los colonizadores españoles durante el siglo XVI para el uso de la carne, la fibra y otros productos (Long 2003). Por otro lado, en el caso de la población de cabras salvajes de Isla de los Estados, habría sido introducida en el año 1856-1868 (Massoia & Chebez 1993; Novillo & Ojeda 2008), con el objeto de obtener alimentos para los navegantes y pescadores.
Debido a razones económicas y comerciales, se han realizado numerosas introducciones en diferentes áreas de América del Sur, incluyendo una gran variedad de animales y razas que incrementaron la variabilidad genética existente (Ballari et al. 2016). En el Archipiélago Fueguino, durante el siglo XIX existieron introducciones/liberaciones intencionales en islas como una forma de asegurar un acceso al alimento por parte de los navegantes (Valenzuela et al. 2014). En particular, en Isla de los Estados fueron introducidas deliberadamente por el Capitán Piedra Buena en 1856 (Massoia & Chebez 1993).
Si bien es altamente probable que existan muchos ambientes invadidos por esta especie en el país, principalmente en aquellas zonas donde la ganadería caprina es popular, el único registro publicado de una población asilvestrada corresponde a la Isla de los Estados en el Archipiélago Fueguino. En dicha isla, la especie se encuentra ocupando principalmente los pastizales de Tussoc, endémico de la isla, también en menor medida el bosque andino patagónico y las áreas de turbales y mallines.
Existen escasos registros de poblaciones asilvestradas. Si bien es altamente probable que se existan otras poblaciones invasoras, la única documentada está en Isla de los Estados, donde llevan casi 150 años ocupando el territorio. No han logrado ocupar la totalidad de la isla, y se encuentran confinados en el sector occidental, ocupando no más de 30% de la superficie de la misma. Esto daría a entender que la población se mantendría estable en la Isla de los Estados (SADSyCC 2017).
No existen estudios ni estimaciones al respecto.
El Plan de Manejo de la Reserva Provincial Isla de los Estados, Islas de Año Nuevo e Islotes Adyacentes (2017) incluye entre los programas de Conservación de los Recursos Naturales y Culturales medir el impacto de las cabras sobre las comunidades vegetales, tanto por ramoneo como por pisoteo; sin embargo, en la actualidad no existe ningún monitoreo ni acción sobre esta especie.
Los mayores impactos son principalmente presión negativa sobre comunidades vegetales (herbáceas y arbustos) y modificación de la abundancia y composición de la vegetación (Jaksic 1998). Las cabras tienen un elevado potencial de degradación del ambiente (Álvarez- Romero et al. 2008), ya sean poblaciones asilvestradas o bajo manejo. En Isla de los Estados afecta las poblaciones de pingüino penacho amarillo, Eudyptes chrysocome (Birdlife 2010) y de carancho austral, Phalcoboenus australis (Balza et al. 2017) por pisoteo sobre nidos y, además, modificando el hábitat por consumo de los pastizales de tussoc endémicos del lugar. Recientemente se ha detectado modificación por pisoteo de madrigueras y ambientes de huillín Lontra provocax (Valenzuela A., datos no publicados).
No existen estudios al respecto en Argentina.
Las cabras pueden ser portadoras de Brucella melitensis, bacteria causante de la brucelosis, la cual causa aborto en el último tercio de la gestación seguido a veces de retención de placenta y metritis supurativa. También suele producir mastitis con disminución de la producción de leche y en machos orquitis asociada a infertilidad (Robles 2009; Cisterna et al. 2015). La brucelosis se contagia al ser humano, pudiendo las formas más graves producir meningitis, endocarditis y pericarditis. Las cabras también son susceptibles al Ectima contagioso, pudiendo trasmitirse a otros pequeños rumiantes domésticos y silvestres como ciervos, venados, muflones, alpacas, guanacos y vicuñas (Pijoan Aguadé & Tórtora Pérez 1986).
Manejo
El Plan de Manejo de la Reserva Provincial Isla de los Estados, Islas de Año Nuevo e Islotes Adyacentes incluye entre los programas de Conservación de los Recursos Naturales y Culturales, el control/erradicación de la cabra (SADSyCC 2017); sin embargo, ninguna acción se ha llevado a cabo hasta la fecha.
No existe un marco legal específico para esta especie.
Distribución y ocurrencia
La ganadería extensiva que se practica en Argentina permite que animales domésticos se dispersen a otras zonas y, eventualmente, inicien poblaciones asilvestradas, o se liberen intencionalmente para posteriormente las poblaciones puedan ser aprovechadas para alimento. Hasta el momento, sólo se cuenta con información documentada de una población asilvestrada en Isla de los Estados. Los individuos, introducidos en la segunda mitad del siglo XIX, se han expandido por el sector occidental de isla.
Reserva Provincial y Reserva Natural Silvestre Isla de los Estados, islas de Año Nuevo e islotes adyacentes.
Proyectos
Prevalencia y vigilancia de brucelosis en rodeos caprinos de diferentes regiones de la provincia de Córdoba
Capra aegagrus hircus
Ing. Susana Misiunas (misiunas@agro.uncor.edu)
Herbívoros introducidos en Isla de los Estados: estado poblacional e impactos producidos por el ciervo colorado (Cervus elaphus) y la cabra (Capra hircus)
Cervus elaphus y Capra aegagrus hircus
Dra. Andrea Raya Rey. Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC-CONICET) e Instituto de Ciencias Polares, Ambiente y Recursos Naturales, Universidad Nacional de Tierra del Fuego
Dra. Andrea Raya Rey (arayarey@cadic-conicet.gob.ar)
Existe la necesidad de confirmar si no existen cabras ferales en otras áreas de Argentina, a excepción de Isla de los Estados. Además, se debe de avanzar en los estudios de impacto de esta especie sobre el ecosistema y la biodiversidad, y en estudios sobre métodos de manejo de la misma.
Bibliografía de referencia
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